sábado, 25 de agosto de 2012

Entre 8 y 10 policías molieron a golpes a un joven esposado en una comisaría


Según la denuncia en Fiscalía, César Alejandro de 29 años fue levantado de la vía pública en una parada de colectivos. Lo llevaron a la Seccional Undécima. En esa dependencia lo mantenían esposado y en una cocina lo golpearon con puños y patadas en la cabeza, estómago y demás partes del cuerpo.

César Alejandro de 29 años, es estudiante de Derecho y en horas de la siesta se encontraba en una parada de colectivo. Primeramente fue sorprendido por un motociclista que lo amenazó, luego llegó la Policía. A la fuerza lo subieron a un patrullero y esposado fue trasladado a la Comisaría Undécima, lugar donde comenzó una verdadera odisea con severos golpes. Estuvo preso por más de 12 horas, lo esposaron contra una columna de una escalera, le sacaron la remera y lo molieron a golpes en la cabeza, estómago y piernas, entre otras partes del cuerpo.
La denuncia fue radicada en la fiscalía en turno y la víctima deberá permanecer en reposo por varios días y realizar una serie de estudios a raíz de las lesiones in-ternas que sufrió.
De acuerdo a los datos que obtuvo El Litoral, el violento hecho que salpica una vez más a la Policía de Corrientes como institución, ocurrió el jueves alrededor de las 14 cuando el joven César Alejandro (29) se encontraba en una parada de colectivos ubicada por avenida Armenia y calle Benito Linch frente a la Escuela Nº 14 mientras aguardaba la llegada de la línea 11 con destino a Santa Ana. El hombre estudia la carrera de Abogacía y es oriundo de la la localidad de San Martín, provincia de Buenos Aires. Con sus familiares viven en una casa ubicada en el barrio Madariaga.
En ese ínterin y mientras se encontraba tomando tereré, una motocicleta conducida por un hombre se detuvo enfrente y mantuvo un cruce verbal. “¿Qué hacés acá? Vos no tenés que estar acá”, dijo el motociclista y luego se alejó del lugar. César, ante la sorpresiva amenaza abandonó la parada y se dirigió a su casa, al advertir que el sujeto se alejó, regresó.
De repente llegó un patrullero perteneciente a la Comisaría Undécima y lo demoraron sin razón aparente. Lo esposaron y lo subieron al rodado enunciando varias amenazas. “Este está muerto”, logró escuchar que uno de los policías decía. En el operativo se acercaron varias personas que ni la víctima conocía. “Llegaron dos mujeres que dijeron ‘llamalo al cuñado para que le pegue’”, logró escuchar el estudiante.

Interminable odisea

Una vez en la Comisaría Undécima el joven fue esposado en una cocina junto a una columna de una escalera. Le sacaron la remera y tantas veces como pudo César Alejandro dijo: “yo no hice nada, por qué estoy acá” y la respuesta fue certera: “porque nos mentís y nos viste la cara”. Entre los policías había una mujer.
Entre ocho y diez policías atacaron con severos golpes al joven provocándole lesiones en la cabeza, estómago, piernas y demás partes del cuerpo. 
Según pudo saberse, los policías taparon la boca del damnificado con su remera para que no gritara. Estuvo preso, lo dejaron media hora solo y luego de seis lo trasladaron a otra dependencia policial. En la Seccional Quinta exhibieron sus pertenencias y le permitieron realizar una llamada.
El estudiante llamó a su mamá, Alicia Landola, y una vez en sede policial advirtió el cuadro en que se encontraba su hijo. La mujer quiso hacer la denuncia, pero a César lo derivaron a Medicina Legal. Ya en horas de la noche el joven pudo recuperar la libertad y sufrió gravísimas lesiones.
Ayer, la víctima y un familiar radicaron la denuncia correspondiente en la Fiscalía en turno y tras un examen médico se pudo saber que por la brutal golpiza el joven sufrió hematomas y heridas internas.

Fuentes: Hilda Presman 


POLICIA DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES
DETENCION POR AVERIGUACION DE ANTECEDENTES:

En nuestra provincia los funcionarios policiales están autorizados por el Decreto LEY Nº 33 del mes de junio del año 2000, Gestión del Interventor Ramón Mestre que reformó (pa'pior...) la Ley Orgánica de la Policia de la Provincia de Corrientes, Nº 2897 del año 1970- dictadura- a Demorar a toda persona de la cual sea necesario conocer sus antecedentes y medios de vida en circunstancias que lo justifiquen o cuando se negare a identificarse o no portare documento de identificación personal o no tuviere domicilio fijo o conocido. La demora no podrá prolongarse más del tiempo indispensable para su identificación, averiguación de domicilio, conductas y medios de vida, sin exceder el plazo de veinticuatro horas. (ART. 8 INC. T)

Esto significa que la policía tiene facultades para detener por averiguación de antecedentes con total discrecionalidad y sin control judicial alguno en contra de lo que establece el art. 18 de la C.N. según el cual ...nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente". Y la única "autoridad competente", es la autoridad judicial Sólo por excepción y con alcance razonable, pueden otros órganos estatales hacer pasible al individuo de detención, arresto o demora, cuando exista una causa justificada y grave y no es posible recabar orden judicial de privación de libertad.
La policía entonces puede detener a alguien sin que exista una imputación delictual concreta: no hay delito, falta, contravención, ni prueba, ni indicios concretos o elementos de convicción suficientes para relacionarlos con algún delito, tampoco se exige que haya denuncia previa o procedimiento preexistente. Por eso se dice que se invierte la regla ya que “es necesario investigar para detener y no detener para investigar...”

Por otra parte hay una contradicción entre esta disposición y las normas del código procesal penal provincial que establece cuales son los casos en los que puede detenerse a una persona sin orden escrita (285), que son: flagrancia (286), al que intentare un delito en el momento de disponerse a cometerlo o al que fugare estando legalmente preso (288). 

Es también contraria a la división de poderes, pues si la única autoridad competente para privar a una persona de su libertad es la judicial, con esta disposición se pone en manos de un órgano que depende del pode ejecutivo tal facultad. 

Lo que en la práctica sucede es que hay (y hay lamentablemente innumerables casos que por naturalizados no se registran), desprotección y posibilidad de abusos a quienes no han cometido delito, falta o contravención alguna y se encuentran en una dependencia policial. El caso mas dramático fue en enero de 2006, en el incendio de la Comisaría 7ma de la Ciudad de Corrientes, (alcaidía de menores); allí fallecieron 3 jóvenes, y uno sufrió quemaduras gravísimas. Uno solo estaba procesado, los otros tres habían sido demorados por averiguación de antecedentes, la tarde previa a la noche del incendio