jueves, 6 de septiembre de 2012

LA CPM PIDE LA CLAUSURA DEL CENTRO DE RECEPCION DE LOMAS DE ZAMORA


Foto: LA CPM PIDE LA CLAUSURA DEL CENTRO DE RECEPCION DE LOMAS DE ZAMORA

La Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, (CPM) presentó hoy una denuncia contra el Centro de recepción de Lomas de Zamora por incumplimiento de una resolución en el marco de una habeas corpus colectivo que había presentado el año pasado. Pidió además su inmediata clausura a raíz del agravamiento de las condiciones de detención que están padeciendo los jóvenes allí alojados, vulnerándose la totalidad de sus derechos humanos, y continuando con la discrecionalidad y arbitrariedad violenta del personal a cargo. La denuncia fue presentada ante el Tribunal de Responsabilidad Juvenil Único de esa localidad. En el lugar hay 83 jóvenes detenidos.

La CPM realizó una inspección al Centro de recepción de Lomas de Zamora el día 30 agosto pasado, y allí pudo constatar que no se había dado cumplimiento a lo ordenado por la Justicia en el mes de mayo e inclusive que se habían agravado las condiciones de detención de los jóvenes. En la presentación realizada destacan: 

• No se realizaron mejoras ni reformas edilicias, y los pasillos de los pabellones, las celdas y los espacios comunes se encontraban sucios y en mal estado. Las celdas tienen pésimas condiciones con humedad, sin calefacción ni agua caliente en algunas de ellas y las cañerías no han sido refaccionadas, encontrándose el sistema cloacal excedido y destruido.
• Los jóvenes permanecen la mayor parte de tiempo sin actividades concretas, encerrados dentro de la celda entre 24 y hasta 36 horas según las guardias y con un doble régimen muy marcado entre quienes acceden a “beneficios” y los que no. 
• Los jóvenes que ingresan al lugar son brutalmente recibidos: comienzan con un régimen de encierro de 24 horas durante 5 días de “ablande-adaptación”. 
• Las sanciones son decididas discrecionalmente por el personal a cargo.
• No se cumplen las normas referidas a la escolarización con una reducción notable de las horas de clases.
• Las condiciones edilicias de la escuela son pésimas, lo que impide dar clases los días de lluvia.
• No existe ningún tipo de taller o actividad alternativa a la escuela para nadie.
• Las requisas no respectan la privacidad: a veces llegan hasta a cuatro por día y deben desnudarse y hacer flexiones.
• En relación a las llamadas telefónicas, están permitidas a los jóvenes una vez por semana cuando tienen visita y dos veces por semana cuando no tienen visita y son muy breves. El lugar desde donde llaman por teléfono no tiene a la vista los números telefónicos de los organismos de DDHH.
• Los jóvenes no tienen acceso a su ropa personal, debiendo usar la ropa institucional. La mayoría de las veces está rota y sucia.
• S bien no aparecieron extendidamente situaciones de golpes en el lugar, los jóvenes son objeto de continuos malos tratos y amenazas por parte de los celadores u otros jóvenes. Se pudo percibir el miedo, la naturalización y sometimiento en los jóvenes.
• El edificio no cuenta con matafuegos, ni señalización de emergencia ni con puertas anti-pánico, encontrándose las salidas de emergencia cerradas y/o clausuradas en algunos de los pabellones. Asimismo, hace un tiempo ya que la institución no cuenta con bombero de guardia, ni máscaras. Ello hace que la institución pueda convertirse en una trampa mortal, tanto para los jóvenes como para los asistentes, en caso de producirse un incendio.

Hace 4 años que este Instituto viene registrando gran cantidad de casos de torturas;  inclusive el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas en sus audiencias de revisión del Estado Argentino – ocurrido los días 2 y 3 de junio de 2010- hizo expresa mención a esta situación y requirió que se revierta. Encierro ("engome"), torturas y condiciones inhumanas de detención, son las características centrales de las reiteradas denuncias que ni el poder ejecutivo ni la justicia han resuelto, consagrando así la impunidad y reiteración de hechos. El Tribunal interviniente viene trabajando intensamente tratando de que se cumpla la sentencia ordenada en el mes de octubre pasado.

(FOTOGRAFIA: Archivo fotográfico CPM)
La Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, (CPM) presentó hoy una denuncia contra el Centro de recepción de Lomas de Zamora por incumplimiento de una resolución en el marco de una habeas corpus colectivo que había presentado el año pasado. Pidió además su inmediata clausura a raíz del agravamiento de las condiciones de detención que están padeciendo los jóvenes allí alojados, vulnerándose la totalidad de sus derechos humanos, y continuando con la discrecionalidad y arbitrariedad violenta del personal a cargo. La denuncia fue presentada ante el Tribunal de Responsabilidad Juvenil Único de esa localidad. En el lugar hay 83 jóvenes detenidos.

La CPM realizó una inspección al Centro de recepción de Lomas de Zamora el día 30 agosto pasado, y allí pudo constatar que no se había dado cumplimiento a lo ordenado por la Justicia en el mes de mayo e inclusive que se habían agravado las condiciones de detención de los jóvenes. En la presentación realizada destacan: 

No se realizaron mejoras ni reformas edilicias, y los pasillos de los pabellones, las celdas y los espacios comunes se encontraban sucios y en mal estado. Las celdas tienen pésimas condiciones con humedad, sin calefacción ni agua caliente en algunas de ellas y las cañerías no han sido refaccionadas, encontrándose el sistema cloacal excedido y destruido.
Los jóvenes permanecen la mayor parte de tiempo sin actividades concretas, encerrados dentro de la celda entre 24 y hasta 36 horas según las guardias y con un doble régimen muy marcado entre quienes acceden a “beneficios” y los que no. 
Los jóvenes que ingresan al lugar son brutalmente recibidos: comienzan con un régimen de encierro de 24 horas durante 5 días de “ablande-adaptación”. 
Las sanciones son decididas discrecionalmente por el personal a cargo.
No se cumplen las normas referidas a la escolarización con una reducción notable de las horas de clases.
Las condiciones edilicias de la escuela son pésimas, lo que impide dar clases los días de lluvia.
No existe ningún tipo de taller o actividad alternativa a la escuela para nadie.
Las requisas no respectan la privacidad: a veces llegan hasta a cuatro por día y deben desnudarse y hacer flexiones.
En relación a las llamadas telefónicas, están permitidas a los jóvenes una vez por semana cuando tienen visita y dos veces por semana cuando no tienen visita y son muy breves. El lugar desde donde llaman por teléfono no tiene a la vista los números telefónicos de los organismos de DDHH.
Los jóvenes no tienen acceso a su ropa personal, debiendo usar la ropa institucional. La mayoría de las veces está rota y sucia.
S bien no aparecieron extendidamente situaciones de golpes en el lugar, los jóvenes son objeto de continuos malos tratos y amenazas por parte de los celadores u otros jóvenes. Se pudo percibir el miedo, la naturalización y sometimiento en los jóvenes.
El edificio no cuenta con matafuegos, ni señalización de emergencia ni con puertas anti-pánico, encontrándose las salidas de emergencia cerradas y/o clausuradas en algunos de los pabellones. Asimismo, hace un tiempo ya que la institución no cuenta con bombero de guardia, ni máscaras. Ello hace que la institución pueda convertirse en una trampa mortal, tanto para los jóvenes como para los asistentes, en caso de producirse un incendio.

Hace 4 años que este Instituto viene registrando gran cantidad de casos de torturas; inclusive el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas en sus audiencias de revisión del Estado Argentino – ocurrido los días 2 y 3 de junio de 2010- hizo expresa mención a esta situación y requirió que se revierta. Encierro ("engome"), torturas y condiciones inhumanas de detención, son las características centrales de las reiteradas denuncias que ni el poder ejecutivo ni la justicia han resuelto, consagrando así la impunidad y reiteración de hechos. El Tribunal interviniente viene trabajando intensamente tratando de que se cumpla la sentencia ordenada en el mes de octubre pasado.

(FOTOGRAFIA: Archivo fotográfico CPM) — en Instituto cerrado de Lomas de Zamora.